Rose Marcario, ex directora ejecutiva de Patagonia, dejará la junta directiva de Rivian a principios de 2024. La medida se produce cuando la compañía de vehículos eléctricos (EV) se prepara para un período crítico, incluido el lanzamiento de su SUV R2 más asequible en 2026. Rivian reveló el cambio en una presentación regulatoria el viernes, afirmando que Marcario se marcha para “centrarse en otros compromisos”.
Salida clave en medio de planes de expansión
La junta se reducirá de ocho a siete miembros tras la salida de Marcario. Esto ocurre en un momento crucial para Rivian, que apunta a expandir significativamente la producción más allá de sus actuales modelos R1 de alta gama. El R2 está diseñado para atraer a una base de consumidores más amplia, con planes para cientos de miles de unidades al año. La compañía también está invirtiendo mucho en funciones avanzadas de conducción automatizada y estableciendo una nueva planta de fabricación en Georgia.
De la Patagonia de los vehículos eléctricos al escalamiento de la producción
Marcario se unió a la junta directiva de Rivian en 2021 después de liderar la Patagonia durante más de una década. Antes de su nombramiento, el director ejecutivo de Rivian, RJ Scaringe, posicionó frecuentemente a su empresa como la “Patagonia de los vehículos eléctricos”, enfatizando el compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental. La conexión resalta la ambición original de Rivian de alinear su marca con valores éticos y ecológicos.
El papel de la Fundación Rivian
Marcario seguirá siendo presidente de la Fundación Rivian, una entidad separada que posee el 1% del capital de la empresa. La fundación se creó antes de la oferta pública inicial de Rivian para garantizar que los intereses ambientales estén representados en el éxito de la empresa. Después de un comienzo tranquilo, la fundación comenzó a otorgar subvenciones en 2024, distribuyendo 12,6 millones de dólares hasta la fecha.
Rivian ha enfatizado el papel continuo de Marcario en la fundación, enmarcando su salida de la junta como una transición natural. El portavoz de la empresa le agradeció su “administración” y “liderazgo”, lo que indica una continuación de su influencia en el ámbito de la sostenibilidad.
La medida de Marcario refleja los desafíos de equilibrar la gobernanza corporativa con compromisos ambientales más amplios, particularmente a medida que Rivian pasa de ser una marca de lujo de nicho a ser un fabricante de vehículos eléctricos convencional. La salida subraya los crecientes dolores de escalar una empresa que alguna vez priorizó la conservación por encima de todo.



























